Después de meses de negociaciones, consultas, reuniones, más consultas y más reuniones, ya disponemos de equipaciones oficiales del equipo. Se acabó eso de ir cada uno con un color distinto, que parecíamos un mapa de carreteras, o de jugar con la camiseta interior de tirantas, o aún peor, de hacerlo a pecho descubierto.
Hemos llegado a un acuerdo con la firma portuense Hoppo, especializada en ropa deportiva y concretamente de pádel, que nos ha dado muchas facilidades y ha mostrado un gran interés en hacer la mejor oferta posible. Queremos desde aquí agradecer a Lola y a Nehglys su paciencia con nosotros. También a nuestro compañero Jaime Estévez, que desde un primer momento se volcó con la idea y apostó además como patrocinador con La Guita y Ron Abuelo. Y por supuesto, a Jesús Cosgaya, de Primitivo Catering, que también lo apoyó desde el principio.
Disponemos de unas equipaciones de gran calidad que a buen seguro resistirán no sólo las exigencias físicas y técnicas que les impondrán nuestros jugadores en las canchas, sino las posteriores a los partidos en los locales de esparcimiento lúdico-festivo.
Y no fue fácil encontrar las prendas adecuadas ni decidir el diseño final. Recibimos numerosas ofertas de prestigiosas firmas de moda internacionales para quedarse con este suculento contrato, habida cuenta de que los éxitos del equipo llevarán la marca elegida por todo el mundo. Adidas pujó fuerte desde el primer momento, hasta el punto de que estaba dispuesta a renunciar al Real Madrid para echar el resto con nosotros. Nike dijo que no tenía nikepensarlo, pero está muy vista y la rechazamos. Tampoco nos pareció procedente contratar Armani porque es un cantante de sevillanas venido a menos. Así que llevaremos polos técnicos y de paseo y calzonas de Hoppo y nos sentiremos muy orgullosos de ello, besando el escudo del Club Las Redes cada vez que ganemos un punto.
En las imágenes, las diferentes propuestas de polos con los logos de los patrocinadores (arriba). Sobre estas líneas, las dos propuestas finalmente elegidas: camiseta blanca con amplio bolsillo en el pecho estilo canguro para guardar las bolas, la pala, el paquete de tabaco, el Marca... (habrá versión de cuello vuelto para el verano). Y más abajo, el modelo que hemos elegido para paseo, azulón, muy fresquito, ajustado al cuerpo para resaltar nuestra anatomía, lo que a buen seguro hará las delicias del público femenino y de algún otro...
martes, 31 de enero de 2012
lunes, 30 de enero de 2012
PACHANGA
pachanga. 1. f. Danza originaria de Cuba. 2. f. coloq. Alboroto, fiesta, diversión bulliciosa. 3. f. Partido informal de fútbol o baloncesto que se juega en una sola portería o canasta. U. m. en dim. 4. f. coloq. Arg., Cuba, El Salv., Guat., Nic. y Ur. Fiesta popular o familiar, generalmente con baile.
(Real Academia Española © Todos los derechos reservados)
Hoy vamos a hablar de una de las cuestiones más importantes en el mundo del pádel: la pachanga. Como todo el mundo sabe o debería saber, se trata del encuentro entre varios jugadores de pádel que juegan entre sí indistintamente con fines lúdico-deportivos. No es una competición propiamente dicha, aunque a veces lo parezca. Tampoco es algo sencillo, como veremos a continuación. Y es que la pachanga tiene su historia, digna de una tesis doctoral no en el INEF, sino en Psiquiatría.
El origen de la pachanga se remonta a los primeros pasos del homo sapiens, cuando en la caza de mamuts, los fines de semana, quedaban en grupos de ocho para rodear al animal y hacer así más fácil su captura, rodeándolo. Este es el motivo por el que Primitivo es proveedor oficial del equipo de Las Redes.
Algunos estudiosos atribuyen la invención de la pachanga a monsieur Lepachang, un arquitecto francés que emigró a Cuenca en el siglo XVI y que estaba tan colgado que las casas de esa ciudad acabaron igual que él. Lepachang tenía por costumbre celebrar los sábados por la mañana encuentros con destacadas personalidades de la vida social conquense, por aquel entonces una de las ciudades más importantes de Europa porque todos los dirigentes del continente la tenían muy en cuenca y cuando iban a visitarla quedaban encantados (de ahí la famosa Ciudad Encantada de Cuenca). Pero, a qué venía todo esto? Ah, sí. Lepachang. Este personaje murió en la indigencia y en el más profundo abandono y no seremos nosotros, desde aquí, quienes rompamos con tantos sigos de olvido.
Recientes estudios han demostrado que Lepachang era, en realidad, un chino (en su pueblo era conocido simplemente como 'El Chang') que puso en marcha por primera vez en su país pachangas de ping-pong con pelotas (en principio, cuadradas) pero que dieron origen a ese deporte tal y como lo conocemos hoy. Una estatua recuerda a Lepachang en la bocana del muelle de Bristol porque fue allí donde apareció tras hundirse un carguero de bandera tailandesa que procedía de su ciudad natal. Ni que decir tiene que el carguero tailandés estaba capitaneado por un italiano. Bueno, nos estamos yendo del asunto por segunda vez.
Sea cual sea su origen, la pachanga se ha convertido en el punto de encuentro habitual de los componentes de nuestro equipo, manteniendo de esta forma el contacto durante todo el año. Otra cosa es la forma física, mucho más difícil de mantener.
Poner en marcha una pachanga parece cosa fácil, pero no lo es. De hecho, está considerada por el Reader's Digest como una de las tres cosas más difíciles de hacer después de subir el Everest a la pata coja con callos en el pie y de encontrar un bar abierto en Oslo a partir de las nueve de la noche en invierno.
El primer inconveniente radica en localizar a los ocho integrantes de la pachanga. Los servicios secretos británicos, el famoso Mi6, han tardado menos en hallar a peligrosos yihadistas afganos en las cuevas de su país. Quien trata de montar una pachanga a través de mensajes sms de móvil tiene la misma sensación que quien envía mensajes al espacio con la esperanza de encontrar respuesta por parte de vida extraterrestre. Si en lugar de invitar a una pachanga buscase voluntarios para acudir a primera línea del frente en Iraq o para cargar gratis sacos de cemento en el muelle, seguramente lograría mejor respuesta.
Una vez conseguido el reto de reunir a ocho jugadores, el/los convocantes se enfrentan a un segundo obstáculo: la puntualidad. No hay pruebas convincentes de que una pachanga haya comenzado alguna vez a la hora que se haya convocado. Hay quien piensa que de ser así traería mal fario.
Luego llega el momento del sorteo de parejas, que jugarán entre sí, o mejor dicho, jugarían entre sí si alguna vez diese tiempo a acabar una pachanga completa. Sorteo sin manipulación, limpio de trampas (ante notarios), como corresponde a un juego tan serio.
Se juegue hora y media o se jueguen dos minutos, después de cada pachanga existe un tercer tiempo, casi tan importante (qué digo casi, más importante) que los partidos en sí. Un ritual que se repite semana tras semana y en el que lo mismo se recuerdan las jugadas más interesantes de la pachanga que se habla de múltiples asuntos de actualidad: política, economía, urbanismo... anatomía.
Todo forma parte de un plan perfecto: Primitivo dispone a sus hombres sobradamente preparados para hacer frente a este momento, entrenados física y psicológicamente para atender a los jugadores de la pachanga que recalan en sus dominios. Algunos, caso de Mariano, joven pero veterano mercenario de los Balcanes que conoce lo que es el olor y el sabor de la pólvora, contraatacan con aceitunas del tamaño de granadas de mano. Todo un ejército para encarar la parte más difícil de la jornada y evitar a toda costa que se agote el barril de cerveza, la peor noticia que puede escuchar jamás todo jugador de pachanga que se precie.
Los jugadores reciben las visitas fugaces de miembros del Club que les muestran su solidaridad y apoyo en esos momentos de descanso del guerrero. Firman autógrafos a los más pequeños que sueñan con ser algún día como ellos y presumen ante las derretidas mujeres de su excepcional forma física. Así pueden pasar horas y horas estos auténticos fenómenos de la naturaleza porque sus cuerpos están preparados para las condiciones más extremas.
Cae la tarde en el Club. Es el fin de una pachanga pero el comienzo de la siguiente. Atrás queda el recuerdo del trabajo bien hecho con la ilusión de repetirlo una semana después.
Bibliografía usada en la elaboración de este artículo:
“Pachanguear”, de Fernando Lázaro Carreter (Ediciones Pepino, 1987)
“Diccionario del Pádel, 9ª edición”, varios autores (Editorial Espeso Calvo)
“El pádel en China”, J. Chun-Ghui (Editorial Todoauneuro, 2005)
“Historia de la cerveza”, Hans Helmo (Editorial Spuma, 1990)
“Guía de El Coronil”, editada por el Ayuntamiento de El Coronil en 2010
“Catálogo de Cruzcampo 2011”
Y la discografía del “Dúo Pachanga” que ameniza las fiestas de agosto en el Club
http://duopachanga.es/videos.php
(Real Academia Española © Todos los derechos reservados)
Hoy vamos a hablar de una de las cuestiones más importantes en el mundo del pádel: la pachanga. Como todo el mundo sabe o debería saber, se trata del encuentro entre varios jugadores de pádel que juegan entre sí indistintamente con fines lúdico-deportivos. No es una competición propiamente dicha, aunque a veces lo parezca. Tampoco es algo sencillo, como veremos a continuación. Y es que la pachanga tiene su historia, digna de una tesis doctoral no en el INEF, sino en Psiquiatría.
El origen de la pachanga se remonta a los primeros pasos del homo sapiens, cuando en la caza de mamuts, los fines de semana, quedaban en grupos de ocho para rodear al animal y hacer así más fácil su captura, rodeándolo. Este es el motivo por el que Primitivo es proveedor oficial del equipo de Las Redes.
Algunos estudiosos atribuyen la invención de la pachanga a monsieur Lepachang, un arquitecto francés que emigró a Cuenca en el siglo XVI y que estaba tan colgado que las casas de esa ciudad acabaron igual que él. Lepachang tenía por costumbre celebrar los sábados por la mañana encuentros con destacadas personalidades de la vida social conquense, por aquel entonces una de las ciudades más importantes de Europa porque todos los dirigentes del continente la tenían muy en cuenca y cuando iban a visitarla quedaban encantados (de ahí la famosa Ciudad Encantada de Cuenca). Pero, a qué venía todo esto? Ah, sí. Lepachang. Este personaje murió en la indigencia y en el más profundo abandono y no seremos nosotros, desde aquí, quienes rompamos con tantos sigos de olvido.
Recientes estudios han demostrado que Lepachang era, en realidad, un chino (en su pueblo era conocido simplemente como 'El Chang') que puso en marcha por primera vez en su país pachangas de ping-pong con pelotas (en principio, cuadradas) pero que dieron origen a ese deporte tal y como lo conocemos hoy. Una estatua recuerda a Lepachang en la bocana del muelle de Bristol porque fue allí donde apareció tras hundirse un carguero de bandera tailandesa que procedía de su ciudad natal. Ni que decir tiene que el carguero tailandés estaba capitaneado por un italiano. Bueno, nos estamos yendo del asunto por segunda vez.
Sea cual sea su origen, la pachanga se ha convertido en el punto de encuentro habitual de los componentes de nuestro equipo, manteniendo de esta forma el contacto durante todo el año. Otra cosa es la forma física, mucho más difícil de mantener.
Poner en marcha una pachanga parece cosa fácil, pero no lo es. De hecho, está considerada por el Reader's Digest como una de las tres cosas más difíciles de hacer después de subir el Everest a la pata coja con callos en el pie y de encontrar un bar abierto en Oslo a partir de las nueve de la noche en invierno.
El primer inconveniente radica en localizar a los ocho integrantes de la pachanga. Los servicios secretos británicos, el famoso Mi6, han tardado menos en hallar a peligrosos yihadistas afganos en las cuevas de su país. Quien trata de montar una pachanga a través de mensajes sms de móvil tiene la misma sensación que quien envía mensajes al espacio con la esperanza de encontrar respuesta por parte de vida extraterrestre. Si en lugar de invitar a una pachanga buscase voluntarios para acudir a primera línea del frente en Iraq o para cargar gratis sacos de cemento en el muelle, seguramente lograría mejor respuesta.
Una vez conseguido el reto de reunir a ocho jugadores, el/los convocantes se enfrentan a un segundo obstáculo: la puntualidad. No hay pruebas convincentes de que una pachanga haya comenzado alguna vez a la hora que se haya convocado. Hay quien piensa que de ser así traería mal fario.
Luego llega el momento del sorteo de parejas, que jugarán entre sí, o mejor dicho, jugarían entre sí si alguna vez diese tiempo a acabar una pachanga completa. Sorteo sin manipulación, limpio de trampas (ante notarios), como corresponde a un juego tan serio.
Se juegue hora y media o se jueguen dos minutos, después de cada pachanga existe un tercer tiempo, casi tan importante (qué digo casi, más importante) que los partidos en sí. Un ritual que se repite semana tras semana y en el que lo mismo se recuerdan las jugadas más interesantes de la pachanga que se habla de múltiples asuntos de actualidad: política, economía, urbanismo... anatomía.
Todo forma parte de un plan perfecto: Primitivo dispone a sus hombres sobradamente preparados para hacer frente a este momento, entrenados física y psicológicamente para atender a los jugadores de la pachanga que recalan en sus dominios. Algunos, caso de Mariano, joven pero veterano mercenario de los Balcanes que conoce lo que es el olor y el sabor de la pólvora, contraatacan con aceitunas del tamaño de granadas de mano. Todo un ejército para encarar la parte más difícil de la jornada y evitar a toda costa que se agote el barril de cerveza, la peor noticia que puede escuchar jamás todo jugador de pachanga que se precie.
Los jugadores reciben las visitas fugaces de miembros del Club que les muestran su solidaridad y apoyo en esos momentos de descanso del guerrero. Firman autógrafos a los más pequeños que sueñan con ser algún día como ellos y presumen ante las derretidas mujeres de su excepcional forma física. Así pueden pasar horas y horas estos auténticos fenómenos de la naturaleza porque sus cuerpos están preparados para las condiciones más extremas.
Cae la tarde en el Club. Es el fin de una pachanga pero el comienzo de la siguiente. Atrás queda el recuerdo del trabajo bien hecho con la ilusión de repetirlo una semana después.
Bibliografía usada en la elaboración de este artículo:
“Pachanguear”, de Fernando Lázaro Carreter (Ediciones Pepino, 1987)
“Diccionario del Pádel, 9ª edición”, varios autores (Editorial Espeso Calvo)
“El pádel en China”, J. Chun-Ghui (Editorial Todoauneuro, 2005)
“Historia de la cerveza”, Hans Helmo (Editorial Spuma, 1990)
“Guía de El Coronil”, editada por el Ayuntamiento de El Coronil en 2010
“Catálogo de Cruzcampo 2011”
Y la discografía del “Dúo Pachanga” que ameniza las fiestas de agosto en el Club
http://duopachanga.es/videos.php
IMÁGENES DE LA PACHANGA 28-1-2012
Tercer tiempo de la pachanga, en la sede social del equipo. Acopio de material necesario para reponer fuerzas: bebidas isotónicas, zumos de frutas, agua mineral...
Amigable conversación entre varios jugadores. Obsérvese la indumentaria de uno de ellos, que parece la abeja Maya descolorida por no usar Micolor. Y nótese la presencia de un mayoral que ha dejado el coche de caballos en la puerta.
Dos socios del Club escuchan con atención los comentarios de los jugadores de pádel y comparten un rato de deporte con ellos.
Javier, capitán del equipo, muestra orgulloso una botella de Ron Abuelo, patrocinador del equipo.
Después de una pachanga, nada mejor que unos ejercicios de barra fija para no perder la buena condición muscular. En la imagen dan prueba de ello Miguel 'Bufa', Josemi, David, Jaime y Tomi.
Algunos jugadores prefieren saltarse los protocolos e ir directamente al grano, apostando por productos locales como Rives. Recuérdese la frase "aquí, hasta la 'Befeter' es Rives".
Mariano, que pasó de tirador del Ejército Rumano a tirador de cerveza, recibe a los jugadores con una maceta de cerveza fresca.
Mariano, que pasó de tirador del Ejército Rumano a tirador de cerveza, recibe a los jugadores con una maceta de cerveza fresca.
Ah, sí, también jugamos al pádel. He aquí la prueba. David y Jaime, emparejados (con perdón) en la pachanga.
domingo, 29 de enero de 2012
Referencias en medios de comunicación
Dos enlaces correspondientes a dos medios de comunicación, que hacen referencia a nuestro equipo:
El Primero Diario de Cádiz
El Segundo De Tu Deporte
Bueno la próxima referencia, espero que sea para informar de nuestro ascenso a 4ª
martes, 24 de enero de 2012
CLASIFICACIÓN A 24/01/12
domingo, 22 de enero de 2012
4ª JORNADA CONTRA LA BARROSA
FELICIDADES A TODO EL EQUIPO
A pesar de las importantes bajas en el equipo, se ha cumplido el objetivo de terminar la primera ronda como primeros de grupo en nuestro debut en la 5ª División, endosando al Club de Tenis La Barrosa, de Chiclana, un aplastante marcador de 12-0.
Con este resultado alcanzamos la cifra de 44 puntos, lo que nos coloca matemáticamente primeros de nuestro grupo, aun descansando la próxima jornada. Esto nos permite jugar el Reto contra el último clasificado de 4ª División, partido que se jugará el fin de semana del 17 al 19 de febrero.
Jornada primaveral en el Club. Cielos despejados, nada de viento y muy buena temperatura (calor incluso a última hora), así como un buen ambiente en las gradas, con sana convivencia entre ambos equipos. La organización funcionó a la perfección. Y esta vez nadie partió su pala.
Público y jugadores cogiendo el primer moreno del año al sol de las gradas del Club.
LOS PARTIDOS
Pareja Nº 1. Josemi Gilabert/Jaime Estévez ganaron 6-3 y 6-2 a Manolo Rubio/Andrés de Arco en un partido que comenzó muy difícil para la pareja de nuestro Club pero que se fue metiendo poco a poco gracias a la seguridad y técnica de Josemi y la potencia del brazo de Jaime, que dejó varios desconchones en las paredes de la pista.
Pareja Nº 2. Javier Fernández/Miguel Ángel Vega se impusieron 6-0 y 6-4 a Ángel Jiménez/Juan A. Jodar en un partido que se puso muy pronto de cara y con la tranquilidad del primer set a favor. Nuestro capitán y Miguel Ángel demostraron que son una pareja muy consolidada que se entiende a la perfección.
Pareja nº 2. Javier Fdez./Miguel A. Vega ganaron 6-0 y 6-4 a Ángelvencia en un encuentro que comenzó muy cómodopA
Pareja nº 2. Javier Fdez./Miguel A. Vega ganaron 6-0 y 6-4 a Ángelvencia en un encuentro que comenzó muy cómodopA
Pareja Nº 3. Paco Trigo/Rafa Navas vencieron 6-4 y 6-3 a Manolo Rivera/Sergio Vinuesa en un encuentro que a punto estuvo de complicarse en los comienzos pero que los nuestros resolvieron a base de concentración y con Paco tirando de un Rafa que cambió hasta cuatro veces de pala, lo que sin duda acabó volviendo loco al rival.
Pareja Nº4. Antonio Jurado/Tomi Contreras ganaron 6-0 y 6-3 a Julio González/Antonio Briones. Fue el último de los partidos. Con el marcador ya en un 10-0 a nuestro favor, los jugadores de Las Redes (ambos debutando en la Liga) impusieron su dominio con claridad desde el primer punto. Obsérvese en la foto cómo nuestro monitor más internacional no muestra la pala para no hacer publicidad porque aún no ha cerrado el acuerdo de patrocinio de esta temporada.
Pareja Nº5. Gonzalo Fernández de Córdova/David Páez endosaron un 6-3 y 6-4 a Rafael Galvez/Miguel A. Vela. No fue un partido fácil pero la pareja de Las Redes se impuso a unos rivales correosos que no fueron capaces de frenar los derrapes de David y los 'cucharones rebañones' de Gonzalo.
En resumen, un encuentro que se presentaba muy difícil a priori vista la trayectoria del rival pero que se resolvió con contundencia a base de ganas y una gran concentración en los momentos decisivos, no dando opción desde un principio a La Barrosa a que pudiese optar a la remontada. Una vez más, Javier Fernández volvió a acertar con los emparejamientos.
Golpe de autoridad que hay que refrendar en el siguiente partido, el del ascenso. Así que ahora... ¡A rematar la faena en el Reto!
domingo, 15 de enero de 2012
3ª JORNADA
3ª Jornada, contra Padel Taxi, la cual ha sido más complicada montarla y ponernos de acuerdo en el día y la hora, que en la pista.
El rival, esta vez con más ganas que juego, no opusieron demasiada resistencia, en ninguno de los partidos, por lo que conseguimos un 12-0, que nos vale para alcanzar la primera posición de la clasificación de 5ª División, a falta de nuestro último partido contra La Barrosa con los que nos jugaremos el derecho a "retar" al último de 4ª división.
La única pega es que esta vez no pudimos jugar la eliminatoria en nuestra casa, por problemas de horarios e incompatibilidad con la liga interna del Club, teniendo que trasladárnos al Club de Padel La Cancha.
La única pega es que esta vez no pudimos jugar la eliminatoria en nuestra casa, por problemas de horarios e incompatibilidad con la liga interna del Club, teniendo que trasladárnos al Club de Padel La Cancha.
Los resultados han sido los siguientes:
Pareja nº 1, Javier Sánchez Palencia y Pepe Portillo, les costó que los contrarios le hicieran un juego, ganando 6-0 y 6-1.
Pareja nº 2, Josemi Gilabert y Jaime Estévez ganaban su partido 6-3 y 6-0.
Pareja nº 3 Paco Trigo y Rafa Navas, no tuvieron piedad y no dejaron hacer ningún juego al contrario, gando 6-0 y 6-0
Pareja nº 4 Javier Fdez y Miguel "Bufa", partido de alto riesgo, el contrario casi tira el muro con la pala. Es que esta pareja saca del partido a cualquiera. El partido se ganó 6-2 y 6-2, el contrario se fue sin pala.
Pareja nº 5 Gonzalo Fdez. y Carlos Ramírez, otro 6-2 y 6-2, sin historia
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