A finales de noviembre se celebró la presentación oficial de las nuevas equipaciones de los Men in Blue. El escenario escogido para tan magno acontecimiento fue la bodega del Grupo Estévez en la calle Cruces, de El Puerto, donde se dieron cita algunos de los jugadores del primer (y único) equipo, así como destacadas personalidades locales y extranjeras relacionadas con el mundo de la moda, tales como el Chato Guarigua, La Petróleo, El Ratón y Boris Izaguirre.
La jornada también tuvo su punto gastronómico. Miguel Ángel Gómez nos obsequió, previo pago, claro, con una exquisita mariscada a base de burgaíllos vacíos, pelos de gamba arrocera y coñetas al vapor. Hasta la bodega llegaron también sendas ollas de berza con pringá y pollo borracho de vino, procedentes de Obregón, y pan, Mucho pan. Pa mojá. Ni que decir tiene que todo ello regado del mejor vino del mundo, el vino de Jerez, que corrió a raudales por la bodega. Fue así porque uno de nuestros jugadores se estampó con una bota y la rompió.
Tras el copioso almuerzo, en el que hubo toda clase de excesos aprovechando que el coach Hernán estaba de viaje por tierras lejanas, se celebró la ceremonia de presentación en la que hubo diferentes discursos. El primero, a cargo de nuestro capitán, Javi, que muy emocionado y tras besar repetidas veces el escudo del equipo estampado en la camiseta, recordó los valores fundamentales de los Men in Blue. "Esto es solo una camiseta, un trapo, un trozo de tela", dijo, "pero lo que hay detrás de ella significa todo en la vida: pasión, esfuerzo, ilusión, coraje, trabajo, intensidad (por momentos parecía el Cholo Simeone cuando decía esto) y sobre todo, tercer tiempo".
El discurso de Javi fue aplaudido por todos los jugadores, muy cobistas ellos, menos uno: Jaime. En sus palabras, el patrocinador del equipo y jugador preguntó directamente a Javi que a qué se refería con aquello de que "esta camiseta es sólo un trozo de tela, un trapo" y, visiblemente indignado, le animó a retractarse. Por mucho que Javi trataba de explicarle a Jaime en qué consisten las metáforas, este último no lo entendía, pues lo más parecido que ha visto a una poesía ha sido la etiqueta de una lata de fabada.
La paz llegó con los regalos que se repartieron, cortesía de Babyradio, pues a Jaime le tocó un gorrito de oficial del Ejército del Aire de Surinam con el que llevaba soñando años y se calmó.
Las nuevas equipaciones han sido elaboradas por la empresa portuense Hoppo siguiendo las más estrictas normas de calidad y las indicaciones de los funcionarios de Puerto 3 que de esta forma han tomado medidas a nuestros jugadores para futuras vestimentas. Desde aquí queremos agradecer a la responsable de la firma, Lola, su amabilidad y generosidad siempre para con el equipo, sabedores de que este tipo de inversiones llevarán muy lejos su firma. Inversiones a un futuro lejano, naturalmente.
Son las primeras camisetas con luminiscencia, de color naranja, y lucen los escudos del equipo y de Las Redes, así como el logotipo de nuestro patrocinador: La Guita.
Y ahora dejémonos de tanta charla y pasemos a ver las imágenes, que dicen más que mil palabras.
Llegada de los jugadores a la bodega. El piloto Perico (azul, en el centro) los llevó hasta allí en avioneta acrobática y quedó a tomarse unas copitas con ellos, con cuidado porque a la vuelta tenía que coger la aeronave y esos días había controles aéreos. En la imagen, el primer brindis con un palo cortado de más de 3.000 años. Más o menos.
Jaime explica a los jugadores el origen de la bodega, remontándose a los tiempos de los fenicios, lo que hizo que le llevase mucho tiempo y con ello se tomasen varias copas de diferentes vinos.
Jaime usó personalmente la venencia para servir los vinos a sus invitados, dando muestras de una gran maestría, sobre todo por no desperdiciar ni una gota de sus preciados caldos.
Varias instantáneas de Tote intentando emular a Jaime con la venencia, que confundió con un palo de golf. Se vivieron momentos dramáticos en la bodega, pues el vino derramado por Tote llegó a causar riadas que pusieron en riesgo la vida de muchas personas de la zona.
Las dos ollas que llegaron procedentes de la factoría Obregón. La de la izquierda, una berza como Dios manda, con su tocino en primer plano y una cosa verde que nadie quiso probar. Nótese cómo el tocino aún se mueve en el caldo. Tocino que acabó en los costados de quienes lo consumieron y ahí sigue todavía. A la derecha, la olla de Pedro Ximénez con algunos trozos de pollo y papas fritas. Josemi se llevó parte del pollo con la olla incluida y Obregón aún la está esperando. "Es que sigo rebañando la salsa", ha explicado estos días el jugador azulino.
Otro brindis de los jugadores antes de sentarse a la mesa, en una foto realizada por el piloto oficial del equipo, que aprovechó su visita a la bodega para fumigar tras nuestro paso por allí.
Comenzamos con el marisco para que no se enfriara. En un rincón muy agradable de la bodega dimos cuenta de numerosos animalitos marinos con cuernos, pinchos y bigotes.
Triunfaron sobre todo las cigalas. Josemi, a pesar de sus problemas de reúma en las manos, fue el primero en coger una. En esta foto, momento en el que le pide a Tote que se la pele.
Miguel Ángel V. y Godgui se sentaron juntos y compartieron una cerveza. Una detrás de otra queremos decir.
Jaime seguía explicando el origen del vino y el paso de las sociedades agrícolas a industriales en el siglo XVIII mientras los jugadores no le hacían ni puñetero caso y, como se ve, seguían llenando de cáscaras los platos.
Javi, muy orgulloso de su equipo, se hace un selfie junto a Miguel Ángel G., que curiosamente es pillado in fraganti con un vaso en la mano.
Ejemplo de plato de berza, en el que se aprecia el brillo de los garbanzos de Lebrija, el naranja del caldito a juego con las nuevas camisetas y el verde que la gente iba dejando a un laíto para dárselo al gato de la bodega. El plato es de cerámica de La Cartuja y el mantel de Gastón y Daniela.
Jaime, venido arriba, continuaba hablando y hablando sobre el sector del vino, con constantes disgresiones que empezaban a cansar a Juan Pablo, a su lado, que por poco se engollipa cuando escuchó aquello de "bueno, ya voy terminando, ahora explicaré los tipos de vinos en Armenia..."
Momento pollo al PX. Juan Pablo ejerció de repartidor para quitarse de encima a Jaime. Josemi, como quien usa una muleta, le dice "ehe... ehe..."
¿Recuerdan el logotipo de Ron Abuelo? Pues eso.
¡Comienza el reparto de las preciadas camisetas naranjas y azules! Godgui, que siempre quiso ser voluntario de Protección Civil, fue el primero en enfundarse la elástica del equipo y, cómo no, el segundo fue su alter ego, Juan Pablo. Así de felices posaron. Por cierto, que Godgui no se puso finalmente su nombre sino el de Rodrigo, al parecer en honor de El Cid, no el torero, sino el héroe español casado con Doña Jimena, no la de los polvorones ni la del pub, sino la otra.
Tote se llevó una sorpresa al ver su cariñoso mote en lugar de su nombre. Mayor sería la sorpresa posterior al tratar de enfundarse (embucharse cabría decir) la prenda de forma muy ajustada.
Javi muestra la camiseta que Hoppo ha realizado para el mítico jugador meninblucino Dr. Menisco, que no pudo estar presente en el acto pero del que todos guardamos un recuerdo, no en nuestros corazones sino en nuestras rodillas.
Tres fotos del momento en el que Tote, con la ayuda de un poco de pringá de la berza, consigue ponerse la camiseta, desafiando de esta forma a las leyes de la Física y demostrando al mismo tiempo la calidad del tejido empleado en la fabricación de la prenda. De hecho, los próximos uniformes de los astronautas de la Nasa llevarán la misma tela. Sin pringá, eso sí.
Entrega de diferentes regalos a los jugadores, gentileza de Babyradio. En la foto superior, una barba para parecerse a Miguel Ángel Vega. Sobre estas líneas, Miguel Ángel Gómez muestra su regalo: unos prismáticos para ver venir las bolas en los partidos y practicar el avistamiento de cetáceos los fines de semana.
Lo de los cetáceos nos lleva al siguiente regalo, el gorrito de oficial del Ejército del Aire de Surinam que le tocó a Jaime y con el que posa orgulloso.
A Miguel Ángel G. le pareció muy lento el sistema de la venencia y decidió servirse el vino directamente de los tanques de aluminio, justificándose al decir que "Hernán me ha recomendado que haga muchas flexiones..."
Esta foto no merece ningún comentario.
Los 'Migueles' del equipo junto a una bota cuyo interior decidieron pasar la noche.
Tote se subió a una escalera para tratar de probar el vino de la bota más alta de la andana, en la creencia de que cuanto más alta tendría más grados.
Gracias a su insistencia, Miguel consiguió que Jaime le pusiese su nombre a una bota, que ha pasado a ser de su propiedad. Bota que está vacía desde el día siguiente, por supuesto.
Manolo, de la bodega Obregón, se acercó hasta la bodega de Jaime para ver si seguíamos vivos después de comer la berza.
Finalmente, para dejar constancia de tan magno acontecimiento, todos los jugadores presentes acabaron firmando una bota de la bodega, concretamente una que contiene aguafuerte.
Tras la experiencia vivida en la bodega, los jugadores pasaron del Barrio Alto hasta la Ribera, donde realizaron diferentes incursiones en varios tugurios, como el de la imagen, en el que la noche empieza a confundir.
En este pequeño video tutorial realizado por nuestro querido Tote podéis aprender cómo NO se debe venenciar un vino.
Agradecimientos: A Jaime, por su valentía, paciencia y generosidad al llevarnos a su bodega portuense. Enhorabuena por esta joya en pleno casco urbano y por el cuidado que presta a sus vinos.
A Lola, su mujer, por las camisetas tan chulas que nos ha diseñado y confeccionado, con las que tal vez no ganemos muchos partidos (o sí) pero con las que desde este momento somos el equipo más elegante del circuito nacional e intergaláctico de pádel.Y a Manzanilla La Guita, por seguir apostando por nosotros como el valor más seguro para promocionar este producto, dejándonos la piel (y otros órganos) en ello.
Nota final: Si Hernán pregunta qué comimos, decimos todos que arroz en blanco y lechuga, ¿vale?
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