Por eso, Barack Obama, que acaba de tomar posesión como presidente para un nuevo mandato, ha dado las pertinentes instrucciones a su equipo para estar desde el sábado al lado del nuestro, en lo que será su primer viaje oficial tras la nueva designación. El 'Air Force One', avión presidencial con colonia y toallas en el cuarto de baño, aterrizará a las ocho de la mañana en la cercana Base de Rota, despertando a todo el mundo con su ruido atronador. Bueno es que lo sepan algunos que a buen seguro trasnocharán, como de costumbre, el viernes.
Desde ahí, el presidente de los EEUU se desplazará hasta el kiosco de Rafael, en El Manantial, donde después de comprar el periódico para leer las últimas novedades del Diario del Carnaval y un papelón de churros, se dirigirá hasta la grada del Club Las Redes con intención de ver las evoluciones del Equipo bien provisto de palomitas y coca-cola. Félix le hará entrega a él y a su esposa Michelle de unas gorras con el logo del Equipo para que se integren. Ay de los miembros de La Barrosa si discuten un punto. Veinte agentes de la CIA los estarán vigilando muy de cerca. Así que, cuidadín.
Obama, que no es tonto, ha leído el artículo del New York Times sobre las Bodegas Obregón y su palo cortado, por lo que se sumará a la fiesta del Equipo y estará en la calle Cruces (ya sin Michelle, que a esas horas estará en Bahía Sur, El Paseo o Luz Shopping) para disfrutar del almuerzo del Equipo. De paso, Barack ha anunciado que comprará picos de La Pastora y un cuarto de chicharrones en Toñi y Paco.
¿Dónde pasará la noche del sábado o, dicho de otra forma, dónde dormirá Obama la mona el sábado? No podemos dar detalles, es materia reservada, asunto secreto, pero Josemi se ha encargado de buscarle un plan para la noche, así que cualquiera sabe.
El domingo, el líder estadounidense se dejará ver por Vistahermosa (valga la redundancia) y, si aún conserva la gorra, seguirá apoyando a nuestro Equipo. En torno a las ocho de la tarde, el 'Air Force One' tiene previsto el regreso a la base norteamericana de Norfolk, en Virginia, donde le estarán esperando para dar de comer pan duro a los conejos de la granja de los Marines. Obama ha prometido que llevará a los animalitos unas zanahorias de La Barca de la Florida.
Y lo que es seguro: no olvidará un fin de semana como el que viene. Seguro.
Barack Obama, con varios miembros del Equipo de Pádel de Guachington, que no se han enterado de que no se puede jugar con raquetas de tenis, pero les da igual. Tampoco pagan las pistas...
La primera dama, Michelle Obama, trata de sacar una bola comprometida con un gato porque a EEUU aún no han llegado las palas de Hoppo. La cara del minino, cantando 'O sole mío...!" es pura satisfacción.
El presidente estadounidense trata de emular a Josemi dándole a una bola por debajo de las piernas.