Una pareja baila sevillanas en la caseta durante el encuentro del sábado.
La tromba de agua que cayó sobre el recinto de Las Banderas durante buena parte del día no impidió el encuentro de nuestros jugadores, acostumbrados a las inclemencias del tiempo. Todo lo contrario, convirtió la caseta de 'El último puchero' en un restaurante bajo el mar cargado de glamour y de romanticismo. "Por un chaparrón me voy a quedar yo en mi casa, je" se escuchó decir a nuestro capitán, Javi, que había preparado su barco, por si acaso.
"Porme esa raya al amarillo", le dice la rubia a un camarero de 'El último puchero'.
En suma, como decíamos al principio, una jornada que difícilmente olvidarán nuestros jugadores, sobre todo aquellos que desde ese día han desarrollado branquias.
Y es que, en el fondo, nuestros jugadores no son tan torpes.
Bob Esponja causó furor con su nueva pala, la 'Padel Lobb Esponja', que es la envidia de Calamardo.
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