EL TIEMPO


lunes, 6 de febrero de 2012

JOSEMI, EN 'CUARTO MILENIO'

Uno de los fenómenos paranormales más increíbles de los últimos tiempos, que trae de cabeza a investigadores de lo desconocido, no podía pasar desapercibido al programa de televisión más visto por los aficionados a la parapsicología.

Nos estamos refiriendo, cómo no, a los retrasos de Josemi. Todos conocemos a personas que son habituales de la impuntualidad y tienen dificultades para cumplir con los horarios establecidos. Pero lo de nuestro compañero de equipo roza lo increíble. Hasta el punto de que el propio Íker Jiménez, presentador y director del programa, se interesó por este caso del que le habían hablado en el último congreso de brujería celebrado en Sevilla el pasado fin de semana. Quería saber cómo un humano podía tener la facultad de llegar siempre tarde a todo, pero siempre, siempre. Así que, disfrazado de árbol y con la ayuda de Félix, Íker Jiménez estuvo en el Club para observar si eran ciertos los retrasos de los que le habían hablado. Y se quedó tanto tiempo esperando a que llegase Josemi una vez empezada la pachanga, que un pájaro se posó encima de él y lo llenó de deposiciones hasta el punto de que ha jurado que no vuelve más al Club porque además quiso limpiarse y no había duchas.

De nuevo en Madrid, Íker Jiménez trató de contactar con Josemi a través de un medium especializado en localizar espíritus y presencias del más allá, que como todo el mundo sabe es el sitio que hay detrás de la valla de la playa de Fuentebravía. El famoso periodista y el medium contactaron rápido con el espíritu de Josemi, que les contestó, a través del tablero de la 'ouija', con un escueto "Ya voy".

Pero pasaron las horas, y los días, sin que el espíritu de nuestro compañero de equipo volviese a dar señales de vida. Tanto fue así que el medium, a pesar de su experiencia en casos extraños, falleció. Josemi prometió acudir a su entierro como señal de condolencia, pero se le hizo tarde y no apareció.

Enfurecido, que ya es difícil en él, Íker Jiménez decidió regresar a El Puerto y se plantó a primera hora de la noche en Burladero, uno de los locales de copas que suele frecuentar Josemi, que había quedado allí con unos amigos a las doce y apareció a las cuatro y media, casi cuando empezaban a recoger el local. Íker lo abordó y consiguió llevárselo con él a los estudios de televisión, no sin antes escuchar a Josemi decirle "sí, sí, ve yendo tú que yo ahora voy". Esta vez, no coló. Metido a la fuerza en un coche de la productora, Josemi llegó a Madrid en contra de su voluntad y fue entrevistado por el director de Cuarto Milenio. Ese día, no se sabe por qué fuerza sobrenatural, el programa empezó una hora y cuarto tarde, hasta el punto de que ya lo conocen como "Hora y Cuarto Milenio Tarde".

La entrevista fue jugosa. Josemi habló de su experiencia como jugador profesional de pádel y trató de explicar el porqué de sus retrasos e impuntualidades. Contó que de pequeño se formó en canchas de Argentina junto a los grandes maestros de este deporte y de ahí le viene la confusión horaria. Unas vacaciones en su infancia en Canarias, donde tienen una hora menos, tampoco contribuyeron a mejorar su problema.

Ahora Josemi e Íker se llevan bien. Ha surgido una gran amistad entre ellos, hablan a menudo de extraterrestres, de asuntos misteriosos, leyendas urbanas y cuentos de terror. De hecho, han quedado en el Club para grabar un programa sobre desapariciones misteriosas de objetos los últimos meses. Han quedado. Eso sí, sin hora. Cuando a Josemi le venga bien.





En la imagen, Josemi, visiblemente envejecido, conversa con Íker Jiménez durante la entrevista. El presentador parece recriminarle que se haya quedado dormido en el plató de Callejeros.
Al fondo, un proyector de CinExin que apareció al revelar la foto.

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