EL TIEMPO


martes, 9 de abril de 2013

PARTE MÉDICO DEL ESTADO DE NUESTRO CAPITÁN



Parte médico del Dr. Menisco, de la Clínica del Sagrado Esguince, sobre el estado del paciente Javier Fernández Díaz, a 7 de abril de 2013:

“Qué pedazo de piba está pasando por debajo de la consulta, me cago en la mar. Ah, no, que así no se empieza un parte médico. Comienzo de nuevo.
Ante mí comparece el paciente Javier Fernández, deportista de élite, padelista profesional que llega procedente del Club de La Jara (Sanlúcar) y, empleando una jerga científica, se podría decir que se le ve bastante jodido.
Practico primer examen ocular con unos anteojos porque el paciente está lejos aún, anda despacio y tarda en llegar hasta mi consulta. Ya en la camilla, paso a meterle mano. ¡Bisturí!
La enfermera me interrumpe y me hace ver que primero debería examinar al paciente. ¿De qué? ¿De Matemáticas? ¿De Física?
Estado general: bueno. Dos ojos. Dos orejas. Dos brazos. Dos piernas. Dos... esos.
Le pregunto al paciente qué le pasa y me responde que no puede hablar porque está comiendo papas fritas y tiene la boca llena.
Paso a realizar examen con tocamientos, palpando en la zona dolorida, sin recordar que llevo un cigarro entre los dedos, con lo que, sin querer, le quemo una oreja al paciente, que no se queja y sigue comiendo papas fritas.
Tomo el libro de Anatomía de los Teletubbies y paso a abrir la página dedicada a la clavícula, parte afectada del paciente que no logro encontrar. De hecho, hasta hoy creía que la clavícula era un instrumento musical del siglo XVIII. Con la ayuda de mi viejo juego infantil Médicolandia, de Geyper, encuentro el hueso, que parece escoñado (usando otro término científico).
Aplico una primera cura de urgencia en la zona dañada a base de alcohol procedente de Ron Abuelo de estraperlo y sin querer se prende el líquido, inflamable, con el cigarro que yo llevaba en la otra mano.
El paciente se queja incomprensiblemente por la combustión, aunque momentos después (¡milagro!) ya no le duele la clavícula. Ahora tiene mucho más dolorida la zona quemada.
Paso, por tanto, a hacer nueva cura de urgencia, esta vez untando con crema la piel objeto del accidente. Me confundo y le unto grasa de mecánico y, sin querer, ésta se prende con la ceniza del puro que había dejado un paciente anterior en la consulta. Empleo extintor para apagar el incendio que se ha declarado en la consulta, pero me equivoco de botella y lo trato de apagar con una de ginebra que no sé qué coño hacía por allí. La consulta sale ardiendo y también el bloque de al lado, en el que había una fábrica ilegal de fuegos de artificio.
El resultado es que el paciente Javier Fernández y el médico que esto escribe se encuentran en unidad hospitalaria a la espera de atención facultativa como consecuencia de las heridas sufridas durante un partido de pádel en Sanlúcar.
Tratamiento: recomiendo al paciente Sr. Fernández reposo y paciencia. Pero, sobre todo, que no fume porque, como se ha visto, el tabaco es muy malo”.

Fdo.: Gonzalo Fernández de Córdova 'Dr. Menisco'. Colegiado Nº 1313

Con los mejores deseos de todos los jugadores del Equipo de Pádel de Las Redes para una pronta recuperación de nuestro capitán Javi Fernández. ¡Ánimo, Javi!



2 comentarios:

  1. Joder despues de leer esto, ¡¡¡¡Que bien estoy de las rodillas!!!!
    Animo Capi!!!, no hay nada que no curen dos cervezas fresquitas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Antonio, cuanta razón tienes, precisamente ese es el tratamiento...dos cervecitas antes de comer, dos comiendo y para la cena igual.

      Xcierto que has dicho? "Que bien estás de rodillas? a quien tienes delante?... jajaja

      Eliminar